sábado, 3 de noviembre de 2012

My Best Friend





CAP. O6

Nos bajamos de su coche. Deje mi maleta ahí mismo, ya que no sacaba nada con sacarla, para después volver a meterla al coche. 
Subimos en silencio en el ascensor hasta el séptimo piso, que era donde estaba ubicado el departamento de Tom.
Él parecía algo enojado. No quise dirigirle la palabra, por que si algo había aprendido en estos años de amistad, que si le seguía el juego en sus enojos, terminaba mas enfadado todavía. Es un hombre a veces difícil de llevar. Y siempre he pensado que quien sea la afortunada o desafortunada en atraparlo, tendra que tener una paciencia de oro.
- ¿Almorzamos acá? – pregunto al momento de que las puertas del ascensor se abrieron en el séptimo piso.
- Eso creo – respondí.
Caminamos hasta la puerta de entrada del departamento. Tom saco las llaves y comenzó abrir la puerta. Cuando lo hizo, me dio el paso para entrar yo primero, y luego lo hizo él.
- No tengo nada para almorzar saludablemente – dijo en un tono algo brusco.
- ¿Y que tienes? – me senté en el sillón, mientras Tom se quitaba el polerón.
- En realidad, nada – se sentó al lado mío – Pero estaba pensando en pedir algo a domicilio. ¿Te parece?
- ¿Algo, como que?
- Pizza – sonrió como un niño chico, pidiendo un dulce y esperando que se lo den.
- Pizza – dije en señal de reproche – Tom…
- Oh vamos, Ash. Es solo un pedazo – se incorporo mirándome directamente a los ojos como queriendo convencerme – Hazlo por mi – amplio una sonrisa de oreja a oreja.
- Esto es chantaje – le apunte con el dedo.
- Y soy bueno en eso. Por favor, di que si. Nada me haría mas feliz que verte comer un pedazo de chatarra.
- ¿Y eso para ti es gracioso?
- No me estoy riendo – puso cara de ofendido – Solo quiero ver a mi mejor amiga deleitarse con un pedazo de la mejor pizza de la ciudad.
Yo lo quede mirando seriamente. El estaba a la espera de mi respuesta. Solté un suspiro pesado.
- Esta bien, pide la pizza. Pero que esto no se repita, ya te dije que mi trabajo depende de mi figura y la idea es mantenerla para tener trabajo por mucho tiempo mas.
- Te quiero – me dio un beso en la mejilla – ¿Lo sabias?
Yo me reí por lo eufórico que lo vi levantarse del sillón. Fue directamente a la cocina a llamar a la pizzería para hacer el pedido. Apenas escuchaba su voz. Era como si estuviera encerrado dentro de la cocina. Me levante del sillón para ir hacia el equipo de música. Revise un par de CD, Tom en ese aspecto tenia unos gustos super propios. Respetable por lo tanto, pero aun así, preferí buscar algo en la radio. Puse la emisora que por lo menos a mi me gustaba. A veces daban noticias de la farándula estado unidense. Y en cierto modo era entretenido enterarse de cosas que hacían los demás famosos.
- Listo, llegan en unos minutos mas – yo me di vuelta apenas escuche su voz en el living – Voy a darme una ducha – camino hacia el pasillo que conducía a su habitación. La verdad es que al contrario de mi departamento, el edificio de Tom, era mucho mas amplio. Razonable, ya que Bill también era propietario del lugar. Así que el espacio debía cumplir con sus necesidades. El living era un lugar muy amplio y cómodo, con sillones esparcidos por todos lados, como esperando que llegara gente a ocuparlos. Había una sala al otro lado, que la verdad era como su estuviera junta al living ya que no había nada que los separara. Pero visualmente se notaba que era otro ambiente. En ese lugar estaba un piano y miles de guitarras de Tom.
Sonreí al ver el piano. Me encantaba sentarme a escuchar a Tom tocarlo.
De repente mi atención se fue directamente a la radio.
-  Tenemos información acerca de Tom Kaulitz – se escucho como un grito de fondo, esas típicas grabaciones que ponían en la radio – El chico al parecer lo han visto muy acaramelado con su mejor amiga Ashley Greene.
Yo abrí los ojos como plato por la sorpresa. Me acerque mas a la radio.
- Ambos salieron anoche abrazados, del restaurant Roy’s.
- ¡Eso que! – dije como si los de la radio pudieran oírme.
- ¿Estarán ocultando un romance, bajo esa pantalla de mejor amistad? Júzguenlo ustedes mismos.
Me enoje con aquel comentario, así que apague la radio. Como se le ocurría decir tanta tontera junta. No pueden ver una bonita amistad entre un hombre y una mujer, sin amarrarlos como pareja. Esto es una locura. La gente saca conclusiones apresuradas y por lo mismo equivocadas.
Entonces sonó el timbre del departamento. Quizás era la pizza. Camine hacia la puerta y la abrí. Me encontré con el repartidor, que se quedo como bobo mirándome.
- Hola – dijo como nervioso el repartidor.
- Hola – le sonreí. Creo que fue para peor, por que el comenzó a titubear.
- El pedido del señor Tom K…..K
- Kaulitz – le anuncie.
- Si, eso mismo – estiro sus brazos para pasarme la caja de la pizza. Yo la tome. Y luego me dio la boleta. Yo mire el monto. Esto debía pagarlo Tom, me dije a mi misma.
- Espérame un momento – le dije, mientras me daba media vuelta para ver a mi alrededor si había alguna señal de la billetera de Tom. Deje la pizza encima de la mesa y me puse a revisar el polerón. En eso llego Tom al lugar con una toalla enrollada alrededor de la cintura.
- ¿Buscas esto? – me dijo mientras mostraba su billetera. Yo deje de buscar y me acerque a él. Le quite la billetera de las manos y mientras revisaba su contenido, me dirigí hacia la puerta. Saque un par de billetes y se lo pase al repartidor. El chico me quedo mirando como esperando algo mas. Pensé que de propina no se trataba, ya que le había dado mas de lo que costaba la pizza. Así que maliciosamente y viendo como el chico reaccionaba frente a mi, me incline un poco y le di un beso en los labios. Fue apenas un roce. Me hice hacia atrás y lo mire mordiéndome el labio inferior.
- Gracias – le dije con simpatía y luego cerré la puerta del departamento.
- Te gusta hacer sufrir a los hombres – dijo mientras abría la caja de la pizza y la observaba.
- A ellos les gusta – le dije, mientras dejaba su billetera encima del sillón – Además ¿Viste como me miraba? – pregunte graciosamente.
- Era un niño – me dijo Tom con voz de reproche.
- Oye, no me des tu lecciones de moralidad – fruncí el ceño – Además no tuve sexo con él, fue simplemente un beso. Y créeme, ese chico estará feliz todo el día.
- Estas muy segura de ti misma.
- Obvio, si no lo estoy yo ¿Quien lo estará por mi? – me acerque mas a él – Anda a vestirte – le mande.
-Si, ya voy.
Me dejo sola y se fue a su habitación.
A los minutos después me llamo Tom.
- Ash ven, por favor – grito desde su habitación.
Camine hacia su habitación. Abrí la puerta en su totalidad. Tom ya estaba vestido. Tenia la maleta encima de la cama.
- ¿Cual llevo? – me pregunto mostrándome dos bermudas.
- ¿Para eso me llamas?
- Necesito una opinión profesional – se burlo.
- Ese – apunte la bermuda oscura que tenia él en la mano derecha – El otro ya lo haz usado mucho.
- Muy carreteado, ¿no?
- Si – me senté en su cama – ¿Que mas te falta? – mire la maleta que estaba casi llena.
- No se, es difícil ordenar una maleta solo.
- Eres adulto Tom – le dije con seriedad – Supongo que no necesitas a Simone para que venga hacerte la maleta.
- No, pero si a Bill – me confeso con evidente vergüenza.
- ¿El te da las opiniones profesionales?
- Algo así.
- ¿Quieres que te ayude? – me pare poniéndome a su lado.
- Bueno – dijo con una voz tan exquisita que juro que me dio ganas de abrazarlo fuertemente.
Saco todo lo que había en el interior de la maleta dejándolo desparramado encima de la cama.
- A ver – empecé a seleccionar su ropa y sus cosas, mientras las iba echando al interior de la maleta. Mientras hacia eso, le comente lo que habían dicho en la radio.
- Chismes – me dijo cruzándose de brazos – Siempre se guían por chismes.
Sentí su mirada pegada en mi por que yo no le respondía y seguía guardando sus cosas.
- ¿Te molesta que hablen con esa autoridad de nosotros?
- En realidad no, que piensen lo que quieran. Pero me molesta que no hablen con la verdad. Siempre especulan cosas.
- Así es el mundo cuando eres conocido. Bienvenida – me dijo de una manera graciosa.
Yo termine de ordenar sus cosas, dejando afuera prácticamente nada, por que encontré que todo lo que llevaba era necesario.
- Listo.
Tom miro la maleta ya cerrada y se pego con la palma de la mano en la frente.
- Es lo mismo que había echado yo.


1 comentario:

  1. pero komo tiene TANTAS KOSAS EN KOMÚN!!! adoro a esta parejita y más a Thomas :) ♥

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