jueves, 22 de marzo de 2012

My Best Friend





CAP. O5

- Tenemos que ir a buscar tu maleta – le informe, para cambiar el tema.
- Después de que tengas lista la tuya – me miro – Y te arregles, nos vamos a mi departamento a buscar mis cosas.
Yo asentí con la cabeza, pero Tom en ese momento no me estaba mirando, si no que estaba pendiente de su desayuno.
Ambos comimos en silencio y sin prestarnos la mayor atención. Era como el momento del día en que no sentíamos simpatía por el otro. Así que si alguien hablaba mas de la cuenta, terminaríamos en pelea.
Cuando Tom termino, tomo las cosas y las dejo en el lavaplatos.
- Mínimo – le mire – Lávalo.
Tom bufo, pero aun así igual no mas termino lavando la taza y el plato que uso.
- Listo – se limpio las manos, después de haber lavado la loza usada.
Yo en ese momento ya había dejado de comer y deje la loza que use en el lavaplatos. Tom me quedo mirando por que no lo había lavado. Yo achine los ojos y luego me di vuelta para lavar la loza. Cuando ya había dejado todo listo, me fui a mi habitación, para terminar de arreglar mi maleta con las cosas necesarias. No se por que siempre encuentro que todo me servirá en el viaje y me llevo casi todas mis cosas. Solo cuando estoy en el lugar, me doy cuenta de que llevo cosas de mas. Pero es algo típico en mi. A veces Bob me reta por que llevo tantas cosas para un viaje tan corto. Pero que mas da, soy mujer y tengo mis necesidades. Los hombres pueden darse el lujo de llevar un par de tenidas y algo para el aseo personal y nada mas.
- Voy a bañarme – le grite a Tom, que estaba en la sala principal, quizás viendo televisión o viendo alguna revista. Aunque todas son de modas, Tom tiene el hobbie de mirar las fotos de las modelos. Mientras menos ropa, mucho mejor. Así dijo una vez que vio la revista Vogue, en donde yo salía en una sesión.
- Apúrate – me devolvió el grito.
Entre al baño. Me deshice de mi camisón, dejándolo en el suelo. Abrí la llave de la ducha y espere a que calentara un poco. Mientras eso pasaba, me mire al espejo buscando alguna imperfección matutina. Al no haber nada importante que me hiciera gritar por su abrupta aparición en mi cara, me metí en la ducha. El agua estaba muy caliente, así que jugué un poco con el agua helada. Cuando estuvo tibia, comencé a mojarme el cuerpo y la cabeza. Tome la botella de shampoo y me eche un poco en la mano. La deje en el mismo lugar donde había estado antes. Y luego me comencé a esparcir el shampoo por todo el cabello. El aroma me consumió. Un exquisito aroma a frutas que me relajaba y me encantaba. Me lo enjuague a los segundos después. Finalmente termine por lavarme el cuerpo con una esponja empapada en jabón. Si se dan cuenta, no uso bálsamo. Lo odio. Es como el responsable de que algún día mi cabello haya quedado con mucho volumen. Así que por eso mismo deje de usarlo. No tengo problemas con el enredo del cabello. Menos mal, por que si no esa si que seria una guerra cada día.
Cuando termine de lavarme, puse el agua fría y rápidamente me la esparcí por todo el cuerpo. Es una buena técnica para mantener las carnes firmes. Jaja suena raro, pero así me lo había dicho una masajista en Europa. Así que desde que me dieron ese consejo, me echo agua helada al final de la ducha. Al parecer da realmente resultados. Pero en realidad todo va de la mano. Y gracias al ejercicio, tengo todo bien puesto.
Cerré la llave del agua y tome la toalla para envolverme en ella. Con una toalla mas chica, me seque un poco el cabello, para que no goteara tanto al momento de secármelo con el secador. Deje la toalla chica en el suelo y conecte el secador para luego comenzar a secarme el cabello frente al espejo.
No pasaron ni 5 minutos y Tom toco la puerta del baño.
- Pasa – grite. Y el entro de inmediato. Ya estaba vestido con la ropa que llevaba la noche anterior.
- Te deje tu querido short encima de la cama – sonrió mientras se sentaba en la orilla de la bañera. Que era independiente de la ducha.
- ¿Hiciste la cama? – le pregunte para joderlo un rato, mientras que con mis dedos me sacudía un poco el cabello para que el calor del secador hiciera lo suyo.
- Nunca me dijiste que ser tu mejor amigo incluía ser tu nano – lo dijo de manera tan seria que me dio mucha risa. Entonces apague el secador y después de desenchufarlo, lo guarde. Me peine un poco y luego me voltee para ver a Tom.
- Era una sugerencia – salí del baño hasta el interior de mi habitación. Y note que la cama en realidad estaba hecha.
- Estaba aburrido, te demoras mucho en el baño – reclamo.
- Tom – susurre, mientras miraba con la boca abierta mi cama – Gracias – le di un beso en la mejilla – Cuando me case, te prometo que te llamare para que trabajes de nano en mi casa – lo tome de los hombros – Ahora fuera, necesito vestirme a solas – le di un pequeño empujón hacia la salida de la habitación.
- Apúrate – fue lo que alcance a escuchar, antes de cerrar la puerta.
Y le hice caso. Busque la tenida mas cómoda para el viaje. No tenia nada de glamur, simplemente era la ropa que usaba cada día en la intimidad de mi casa. Solo que esta vez estaría vestida así en el aeropuerto de la ciudad. Pero que mas daba, cada una con sus gustos. No por ser modelo tengo que estar vestida de etiqueta todos los días.
Me vestí rápidamente, luego me arregle el cabello tomándolo en un moño alto. Me maquille un poco, bien discreta y luego tras observar por ultima vez mi habitación revisando si se me quedaba algo, salí de su interior arrastrando la maleta y colgándome la cartera en el hombro.
- Listo – le grite desde el pasillo.
- Tiempo record – dijo mientras se acercaba a mi y me quitaba la maleta para sacarla él.
- Solo por que tu me lo pediste – sonreí como una niña pequeña.
- Tengo mucha influencia en ti – hizo un gesto de arrogancia – Eso es bueno.
- Jaja ya vamos, que todavía hay que pasar a tu departamento.
Comencé a caminar hasta la puerta del departamento. La abrí y me hice a un lado, para que Tom saliera. Mire a mi alrededor viendo si algo se me quedaba y tras revisar el interior de mi cartera y comprobar que llevaba lo mas importante como mis documentos, el pasaporte, el Iphone y las llaves, me quede mas tranquila. Tom ya había salido y estaba apoyado en la pared con la maleta apoyada en su pierna, esperándome. Tome las llaves del departamento y comencé a cerrar todas las cerraduras, por seguridad. Aunque nunca había tenido problemas en ese lugar. De echo era un lugar muy seguro, pero nunca estaba de mas tomar precauciones. Sobre todo cuando la mayoría sabia donde residía.
- Vamos – dije guardando las llaves en el interior de mi cartera y comenzando a caminar al lado de Tom.
Llegamos al ascensor y apreté el botón. En menos de diez segundos las puertas ya se estaban abriendo. Tom entro primero con la maleta y luego lo hice yo. En el tablero de los números apreté el subterráneo, que era donde estaba el estacionamiento. Las puertas del ascensor se cerraron y comenzó a desplazarse hacia el subterráneo.
- Tengo hambre – dijo de repente sorprendiéndome.
- ¿Hambre? – lo mire anonadada – Pero si acabas de desayunar.
- Lo se, pero soy hombre, mis fibras musculares piden mas y tu no me lo das – lo dijo como si lo estuviera cantando, además que el muy idiota intento de bailar su verso y eso me produjo mas risa aun.
- Eres insaciable.
- Lo soy, pregúntale a todas las que han pasado por mi cama, siempre quiero mas.
- No me refería a eso – iba a seguir explicándole que me refería a lo de la comida, pero el ascensor anuncio su llegada al subterráneo. Las puertas se abrieron y Tom salió todo campante con mi maleta arrastrándola. Yo lo seguí con la sonrisa de oreja a oreja. Tom siempre sabía sacar una sonrisa en los mejores momentos.
Me pare cuando Tom abrió su coche. Metió mi maleta en el maletero y tras cerrarlo, se subió en su asiento del conductor. Yo hice lo mismo, pero en el asiento de la copiloto. Tom encendió el motor y tras realizar unas maniobras con el volante y los cambios, salimos del estacionamiento.
Íbamos camino al departamento de Tom, cuando se le ocurrió encender un cigarro. No se que le encontraba a ese vicio. Era tan asqueroso sentir el humo casi en tu cara.
- ¿Es necesario un cigarro a esta hora? – comencé a bajar el vidrio de mi lado, para poder respirar.
- Mi coche, mis reglas – dijo simplemente, para luego aspirar de su cigarro con tanta fuerza, que llego a sonar el tabaco consumiendose.
Yo moví la cabeza en negación y no dije nada hasta que llegamos al estacionamiento de su departamento. 

5 comentarios:

  1. Jajaja, este capitulo me da un poco de risa, la convivencia de estos es muy linda!w.w

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  2. &&& Te vengo a avisar que ya subi un nuevo capitulo mi Carito!C:

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  3. hola! siento la tardanza! pero al fin he sacado un hueco y he podido terminar el capi de just tonight!asi que si quieres leerlo solo tienes que ir a mi blog! espero que te guste mucho!!!
    siento el C&P! cuidate mucho!! :)
    Capitulo 42 de just tonight!

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  4. quiero que ya llegue a donde estaba en el fotolog *O*

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  5. Sigo leyendooooooooo me encanta esta parejita!!! :)♥

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