jueves, 22 de marzo de 2012

My Best Friend





CAP. O5

- Tenemos que ir a buscar tu maleta – le informe, para cambiar el tema.
- Después de que tengas lista la tuya – me miro – Y te arregles, nos vamos a mi departamento a buscar mis cosas.
Yo asentí con la cabeza, pero Tom en ese momento no me estaba mirando, si no que estaba pendiente de su desayuno.
Ambos comimos en silencio y sin prestarnos la mayor atención. Era como el momento del día en que no sentíamos simpatía por el otro. Así que si alguien hablaba mas de la cuenta, terminaríamos en pelea.
Cuando Tom termino, tomo las cosas y las dejo en el lavaplatos.
- Mínimo – le mire – Lávalo.
Tom bufo, pero aun así igual no mas termino lavando la taza y el plato que uso.
- Listo – se limpio las manos, después de haber lavado la loza usada.
Yo en ese momento ya había dejado de comer y deje la loza que use en el lavaplatos. Tom me quedo mirando por que no lo había lavado. Yo achine los ojos y luego me di vuelta para lavar la loza. Cuando ya había dejado todo listo, me fui a mi habitación, para terminar de arreglar mi maleta con las cosas necesarias. No se por que siempre encuentro que todo me servirá en el viaje y me llevo casi todas mis cosas. Solo cuando estoy en el lugar, me doy cuenta de que llevo cosas de mas. Pero es algo típico en mi. A veces Bob me reta por que llevo tantas cosas para un viaje tan corto. Pero que mas da, soy mujer y tengo mis necesidades. Los hombres pueden darse el lujo de llevar un par de tenidas y algo para el aseo personal y nada mas.
- Voy a bañarme – le grite a Tom, que estaba en la sala principal, quizás viendo televisión o viendo alguna revista. Aunque todas son de modas, Tom tiene el hobbie de mirar las fotos de las modelos. Mientras menos ropa, mucho mejor. Así dijo una vez que vio la revista Vogue, en donde yo salía en una sesión.
- Apúrate – me devolvió el grito.
Entre al baño. Me deshice de mi camisón, dejándolo en el suelo. Abrí la llave de la ducha y espere a que calentara un poco. Mientras eso pasaba, me mire al espejo buscando alguna imperfección matutina. Al no haber nada importante que me hiciera gritar por su abrupta aparición en mi cara, me metí en la ducha. El agua estaba muy caliente, así que jugué un poco con el agua helada. Cuando estuvo tibia, comencé a mojarme el cuerpo y la cabeza. Tome la botella de shampoo y me eche un poco en la mano. La deje en el mismo lugar donde había estado antes. Y luego me comencé a esparcir el shampoo por todo el cabello. El aroma me consumió. Un exquisito aroma a frutas que me relajaba y me encantaba. Me lo enjuague a los segundos después. Finalmente termine por lavarme el cuerpo con una esponja empapada en jabón. Si se dan cuenta, no uso bálsamo. Lo odio. Es como el responsable de que algún día mi cabello haya quedado con mucho volumen. Así que por eso mismo deje de usarlo. No tengo problemas con el enredo del cabello. Menos mal, por que si no esa si que seria una guerra cada día.
Cuando termine de lavarme, puse el agua fría y rápidamente me la esparcí por todo el cuerpo. Es una buena técnica para mantener las carnes firmes. Jaja suena raro, pero así me lo había dicho una masajista en Europa. Así que desde que me dieron ese consejo, me echo agua helada al final de la ducha. Al parecer da realmente resultados. Pero en realidad todo va de la mano. Y gracias al ejercicio, tengo todo bien puesto.
Cerré la llave del agua y tome la toalla para envolverme en ella. Con una toalla mas chica, me seque un poco el cabello, para que no goteara tanto al momento de secármelo con el secador. Deje la toalla chica en el suelo y conecte el secador para luego comenzar a secarme el cabello frente al espejo.
No pasaron ni 5 minutos y Tom toco la puerta del baño.
- Pasa – grite. Y el entro de inmediato. Ya estaba vestido con la ropa que llevaba la noche anterior.
- Te deje tu querido short encima de la cama – sonrió mientras se sentaba en la orilla de la bañera. Que era independiente de la ducha.
- ¿Hiciste la cama? – le pregunte para joderlo un rato, mientras que con mis dedos me sacudía un poco el cabello para que el calor del secador hiciera lo suyo.
- Nunca me dijiste que ser tu mejor amigo incluía ser tu nano – lo dijo de manera tan seria que me dio mucha risa. Entonces apague el secador y después de desenchufarlo, lo guarde. Me peine un poco y luego me voltee para ver a Tom.
- Era una sugerencia – salí del baño hasta el interior de mi habitación. Y note que la cama en realidad estaba hecha.
- Estaba aburrido, te demoras mucho en el baño – reclamo.
- Tom – susurre, mientras miraba con la boca abierta mi cama – Gracias – le di un beso en la mejilla – Cuando me case, te prometo que te llamare para que trabajes de nano en mi casa – lo tome de los hombros – Ahora fuera, necesito vestirme a solas – le di un pequeño empujón hacia la salida de la habitación.
- Apúrate – fue lo que alcance a escuchar, antes de cerrar la puerta.
Y le hice caso. Busque la tenida mas cómoda para el viaje. No tenia nada de glamur, simplemente era la ropa que usaba cada día en la intimidad de mi casa. Solo que esta vez estaría vestida así en el aeropuerto de la ciudad. Pero que mas daba, cada una con sus gustos. No por ser modelo tengo que estar vestida de etiqueta todos los días.
Me vestí rápidamente, luego me arregle el cabello tomándolo en un moño alto. Me maquille un poco, bien discreta y luego tras observar por ultima vez mi habitación revisando si se me quedaba algo, salí de su interior arrastrando la maleta y colgándome la cartera en el hombro.
- Listo – le grite desde el pasillo.
- Tiempo record – dijo mientras se acercaba a mi y me quitaba la maleta para sacarla él.
- Solo por que tu me lo pediste – sonreí como una niña pequeña.
- Tengo mucha influencia en ti – hizo un gesto de arrogancia – Eso es bueno.
- Jaja ya vamos, que todavía hay que pasar a tu departamento.
Comencé a caminar hasta la puerta del departamento. La abrí y me hice a un lado, para que Tom saliera. Mire a mi alrededor viendo si algo se me quedaba y tras revisar el interior de mi cartera y comprobar que llevaba lo mas importante como mis documentos, el pasaporte, el Iphone y las llaves, me quede mas tranquila. Tom ya había salido y estaba apoyado en la pared con la maleta apoyada en su pierna, esperándome. Tome las llaves del departamento y comencé a cerrar todas las cerraduras, por seguridad. Aunque nunca había tenido problemas en ese lugar. De echo era un lugar muy seguro, pero nunca estaba de mas tomar precauciones. Sobre todo cuando la mayoría sabia donde residía.
- Vamos – dije guardando las llaves en el interior de mi cartera y comenzando a caminar al lado de Tom.
Llegamos al ascensor y apreté el botón. En menos de diez segundos las puertas ya se estaban abriendo. Tom entro primero con la maleta y luego lo hice yo. En el tablero de los números apreté el subterráneo, que era donde estaba el estacionamiento. Las puertas del ascensor se cerraron y comenzó a desplazarse hacia el subterráneo.
- Tengo hambre – dijo de repente sorprendiéndome.
- ¿Hambre? – lo mire anonadada – Pero si acabas de desayunar.
- Lo se, pero soy hombre, mis fibras musculares piden mas y tu no me lo das – lo dijo como si lo estuviera cantando, además que el muy idiota intento de bailar su verso y eso me produjo mas risa aun.
- Eres insaciable.
- Lo soy, pregúntale a todas las que han pasado por mi cama, siempre quiero mas.
- No me refería a eso – iba a seguir explicándole que me refería a lo de la comida, pero el ascensor anuncio su llegada al subterráneo. Las puertas se abrieron y Tom salió todo campante con mi maleta arrastrándola. Yo lo seguí con la sonrisa de oreja a oreja. Tom siempre sabía sacar una sonrisa en los mejores momentos.
Me pare cuando Tom abrió su coche. Metió mi maleta en el maletero y tras cerrarlo, se subió en su asiento del conductor. Yo hice lo mismo, pero en el asiento de la copiloto. Tom encendió el motor y tras realizar unas maniobras con el volante y los cambios, salimos del estacionamiento.
Íbamos camino al departamento de Tom, cuando se le ocurrió encender un cigarro. No se que le encontraba a ese vicio. Era tan asqueroso sentir el humo casi en tu cara.
- ¿Es necesario un cigarro a esta hora? – comencé a bajar el vidrio de mi lado, para poder respirar.
- Mi coche, mis reglas – dijo simplemente, para luego aspirar de su cigarro con tanta fuerza, que llego a sonar el tabaco consumiendose.
Yo moví la cabeza en negación y no dije nada hasta que llegamos al estacionamiento de su departamento. 

lunes, 19 de marzo de 2012

My Best Friend



CAP. O4

Yo le mire frunciendo el ceño.
- Y por lo mismo se que no dormirás simplemente en tu lado – le dije, por que sabia que era bastante desordenado para dormir.
- ¡Si! Dormiré en mi lado, si no, simplemente me pegas – puso una cara de haber dicho una excelente idea.
- Ok, pero luego no te quejes si andas con un moretón – tras dedicarle una sonrisa me di media vuelta, y comencé a caminar por el pasillo hasta mi habitación. Que en realidad era la única habitación del departamento. Era mi departamento de soltera, con una habitación no mas bastaba.
Sentí que Tom apagaba la luz de la sala y luego comenzaba a caminar detrás de mi.
Llegue a la puerta de mi habitación y la abrí. Prendí la luz y a los segundos después, Tom entro a mi habitación.
- Cama nueva – dijo al ver mi nueva adquisición.
Era una cama de dos plazas que tenia cuatro pilares, uno en cada esquina de la cama. Los cuales sostenían una fina tela casi transparente. Muy exótico por lo demás. Con un colchón exquisito. De esos que te deja como nueva al otro día después de un agotador día de trabajo.
- ¿Te gusta? – me voltee para ver su expresión de aprobación o de rechazo.
- Linda cama – se quedo callado un rato, mientras inspeccionaba la cama – Es como para ti – se rio.
- ¿Que quieres decir con eso? – pregunte alzando la voz. Sabiendo que algo se le había ocurrido.
- Que conociéndote, esta cama esta echa para ti – trato de calmar la situación – ¿Que hiciste con tu antigua cama??
- La done – dije mientras dejaba mi Iphone encima del velador.
- Tan caritativa mi amiga.
- Cuando se puede ayudar, se ayuda – sonreí, mientras me dirigía a mi enorme armario, donde tenia que sacar mi pijama – ¿Con que vas a dormir? – me detuve a mitad de camino.
- Con mis bóxers – dijo como si nada.
- Mmm ¿Y si te paso un short mejor? Así nos evitamos bochornos – me burle.
- ¿Short? ¿Tuyo?
- Jaja ¿Crees que un short mío te sea tan cómodo como para dormir? – pregunte irónicamente.
- No.
- Es un short de hombre – le anuncie, mientras volvía a dirigirme al armario.
Comencé a buscar en los cajones. Mientras hacia eso, Tom apareció en la entrada del armario.
- ¿De quien es? – pregunto achinando sus ojos.
- ¿El short? – pregunte.
- Si.
- De un ex.
- ¿Lo conozco?
- No.
- ¿Y por que guardas su short?
- Por que – abrí un cajón en donde encontré el maldito short de color gris – Aquí estas – dije casi en un susurro. Me levante y se lo tendí a Tom – Por que en realidad yo lo usaba mas que él.
Volví a poner mi atención en el armario y busque mi pijama. Cuando lo encontré, salí del armario y cerré las puertas.
Tom se estaba sacando la camiseta cuando yo deje mi pijama encima de la cama.
Él ni siquiera me vio cuando lo vi hacerlo. Me senté en mi cama y comencé a sacarme los zapatos. Los tire algo alejados de la cama para después no tener inconvenientes con tropezarme con ellos. Luego me puse de pie de nuevo y comencé a sacarme el vestido. Cuando me lo quite, mire a Tom, quien estaba sentado quitándose las zapatillas.
Aproveche ese momento para quitarme el sujetador y ponerme inmediatamente mi pijama, que en realidad era un camisón que me llegaba bajo la rodilla.
Tome mi vestido y lo doble un poco para dejarlo encima de la canasta de ropa sucia. Apenas lo había usado un momento y en realidad analice que a lo mejor no necesitaba un lavado urgente. Camine a pies descalzos hasta el baño. Hice todo lo que siempre hacia en la noche antes de acostarme, como peinarme, cepillarme los dientes, desmaquillarme y lavarme la cara con productos especiales que me ayudaban a mantener una saludable piel. 
Al terminar mi ritual en el baño, salí de el.
- No puedo creer que este usando un short de otro hombre – me dijo algo asqueado.
- Es eso, o duermes en el sillón – le dije, mientras comenzaba a meterme bajo las tapas de la cama – No pienso dormir con tu amiguito suelto por ahí.
- Pero si no dormiré desnudo – reclamó.
- Aun así Tom. Además, es solo un short. Que importa de quien haya sido.
Tom bufo y luego se fue hacia el baño. Al rato después, salió del baño y apago la luz, para luego meterse a la cama.
- Hasta mañana – me dio un beso en la mejilla y luego se acomodo en el borde, dándome la espalda.
- Hasta mañana – susurre. Me acomode en la cama y cerré los ojos.
Al otro día me desperté por el maldito sonido de mi Iphone. Abrí los ojos pesadamente. Me di cuenta que estaba apoyada en algo que no era mi rico colchón, ni mucho menos mi almohada. Cerré los ojos y luego volví abrirlos, pero esta vez con mejor resultado de mi visión. Entonces me di cuenta de que estaba apoyada en el torso desnudo de Tom. Lo que me faltaba. Me levante apoyando mi mano en su pecho. Haciendo que él también se despertara. Me senté en la cama estirando mis brazos para desperezarme. Mire a Tom y él también lo estaba haciendo, pero aun acostado en la cama.
- Hora de levantarse – le pegue una palmada en el pecho. Luego salí de la cama y lo primero que revise fue mi Iphone. Encontrándome con el mensaje de Bob.
“Ya tengo el pasaje para tu amiguito. Nos vemos en el aeropuerto a las 3 de la tarde. ¿Aun quieres que mande un coche por ti? Avísame si cambias de opinión”
- Tenemos que estar a las 3 en el aeropuerto – le informe a Tom, que aun estaba tirado en la cama – Oye dormilón, el día es corto, así que mueve ese trasero.
Tom se rio y luego, como si le pesara el cuerpo, se levanto de la cama.
- Entonces tu querido Bob me consiguió el pasaje – sonrió satisfactoriamente, mientras avanzaba hacia el baño.
- Oye, antes de que te encierres – el se detuvo a mitad de camino y me miro con esa cara de sueño que ni el mismo se la podía – ¿Nos vamos en tu coche al aeropuerto o le digo a Bob que mande un coche para que nos recoja?
- En el mío – respondió como un cavernícola. Y luego comenzó a caminar de nuevo.
- Espera, aun no termino – se detuvo de nuevo – ¿Café con waffles? – le pregunte, sabiendo que ese era su clásico desayuno.
- Sabes que si – dijo simplemente, para continuar con su camino hacia el baño.
Antes de ir a la cocina, le respondí el mensaje a Bob.
“No quiero coche, me voy con Tom. Nos vemos allá, un beso”
Deje mi Iphone encima de la cama y luego salí de la habitación camino a la cocina.
Al llegar al lugar, comencé a prepararle los waffles a Tom. Puse la cafetera y mientras los waffles estaban casi listos, me hice la ensalada de frutas.
- Eso huele bien – dijo entrando a la cocina, dirigiéndose a los waffles.
- Lo se – sonreí mientras sacaba una taza para Tom. La deje en el mesón, donde íbamos a tomar desayuno.
Como Tom aun estaba medio dormido, saque yo misma la cafetera, que ya estaba lista y la deje en el mesón.
Tom simplemente se sentó en la silla alta y comenzó a servirse el café.
Cuando la maquina de waffles tuvo listo los últimos, acerque el plato al mesón, frente a Tom.
- ¿Y la salsa? – pregunto algo ronco, como un niño chico, que recién despertaba.
- Esta en el refrigerador – le apunte la maquina – Ve tu por ella.
Tom se bajo de la silla alta y camino a paso lento, pero seguro hacia el refrigerador. Lo abrió y saco la salsa.
- Saca un yogurt, por favor. Tomtillo.
Tom saco el yogurt y tras cerrar la puerta del refrigerador me miro algo enojado.
- No me digas así, sabes que me cargan los sobrenombres.
- Hay Tomito, era una broma – Tom ni siquiera me respondió. Me paso el yogurt en silencio y volvió a sentarse en la silla alta.
- ¿Vas a comer solo eso? – pregunto mientras le echaba la salsa a los waffles.
- Si – respondí, mientras le echaba yogurt a mi ensalada de frutas.
- Es complicado ser modelo – me miro preocupado – No comes nada para mantener una figura que sea admirada por todos.
- Si como – le respondí bruscamente.
- ¿Llamas a eso comida? – me pregunto mirando mi ensalada de frutas.
- Es saludable.
- Saludablemente poco.
- Es mi trabajo, necesito mantenerme en el peso ideal.
- ¿A costa de tu salud Ash?
- Tom para, no estoy enferma. No soy bulímica ni anoréxica. Simplemente me alimento saludablemente, y eso deberías intentarlo tu también.
- No gracias, déjame a mi con mi chatarra.
- Entonces estamos empate. No te obligo a comer bien y tu no me obligas a desbandarme.
Tom frunció el ceño y continúo comiendo.

domingo, 18 de marzo de 2012

My Best Friend


CAP. O3

Entonces llegamos al coche de Tom y nos subimos.
Ya dentro Tom me miro antes de encender el motor.
- ¿Donde continua la noche señorita?
- No se, la verdad es que no tenia preparado nada – le mire pensativa – Aunque para salvar el paso podríamos ir a mi departamento y beber algo. ¿Te parece?
- Claro que si – sonrió de medio lado y luego dirigió su mirada hacia el frente. Encendió el motor y partimos rumbo a mi departamento.
Al llegar, abrí el portón eléctrico para que Tom guardara el coche en los estacionamientos privados. A pesar de no tener coche, igual tenía mi estacionamiento privado. Y el que siempre lo ocupaba era Tom.
Tom apago el motor del coche y ambos nos bajamos. Caminamos hasta el ascensor que había en la zona de estacionamientos. Apreté el botón para que el ascensor llegara.
- Y ¿que hay en tu bar?
- Lo mismo de siempre – el ascensor llego al piso, se abrieron las puertas y ambos entramos. Tom apretó el número 5, que era el piso donde estaba mi departamento. Las puertas se cerraron.
- Vodka, wisky, tequila.
- Vino y champagne – complete.
- Deberías entrar a rehabilitación.
- ¿Por que? – le pregunte en tono sorprendido.
- Te estas volviendo en una alcohólica anónima – soltó una risa.
- Jajaja, mira quien habla. Don me quedo en tu departamento por que no puedo conducir – me burle de él hablando como un borracho, tal cual lo hacia él cada vez que se embriagaba y no podía ni siquiera ponerse de pie.
Entonces el ascensor anuncio su llegada y al instante se abrieron las puertas.
Yo salí primero, seguida de cerca por Tom.
- Lo dices por que siempre bebemos acá en tu propio departamento y tu no tienes que irte conduciendo.
- Perdón por no tener coche – le dije en un tono de ofensa.
- No me refería a eso – trato de excusarse – Perdón – me abrazo por detrás, en el momento en que me detuve frente a la puerta de mi departamento. Entonces me dio un beso en la mejilla – Por eso soy prácticamente tu chofer personal – dijo después de soltarme.
- Sabes que conducir no es lo mío – le dije mientras introducía la llave en la cerradura, haciéndola girar, para abrir la puerta – Además si tengo mi chofer personal, tengo que sacarle partido a eso – me reí, mientras entraba al interior de mi departamento.
- En realidad no lo aprovechas mucho – dijo cerrando la puerta – Siempre hay excusas para no pasar a buscarte.
- Soy independiente Tom.
Deje mi cartera encima del sillón y me acerque a la cocina.
- ¿Que quieres beber? – le pregunte a Tom, que estaba en la sala principal.
- Mmm un vodka – dijo asomándose por la puerta de la cocina – Tu ¿Que vas a beber?
- Lo mismo.
Entonces saque los vasos y me puse a preparar los tragos, bajo la atenta mirada de Tom, quien estaba apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados.
- Talento oculto – dijo graciosamente – Deberías agregar a tu curriculum, barwoman – sonrió mientras se acercaba al mesón donde estaban los vasos ya listos, con el trago en su interior.
Él tomo un vaso.
- Salud – lo levanto aun mas. Yo tome mi vaso e hice lo mismo.
- Salud – acerque mi vaso al suyo y lo golpeamos. Entonces ambos comenzamos a beber. Yo tome apenas un sorbo, pero Tom tomo casi hasta la mitad.
Lo mire frunciendo el ceño.
- Parece que te quedaras acá – le dije mientras salía de la cocina con mi vaso en la mano.
- ¿A que hora se supone que sale el avión mañana?
- El avión – me acorde que debía llamar a Bob – Espérame un momento – le dije a Tom, mientras dejaba mi vaso sobre la mesa y luego me acercaba al sillón para sacar mi Iphone. Me fui hacia el pasillo y comencé a buscar el número de Bob en la agenda de contactos. Cuando lo encontré, marque inmediatamente. Llegue a cruzar los dedos para que Bob no se negara a sacar un pasaje para Tom.
- Cariño ¿que sucede? – dijo con voz somnolienta.
- ¿Estabas durmiendo? – estúpida pregunta, pero bueno fue lo primero que se me ocurrió decirle.
- Si – respondió con el mismo tono de voz.
- Perdón por despertarte, pero es que necesito un favor y solo tu puedes ayudarme.
- ¿Un favor? ¿Que tipo de favor?
- Si puedes reservar otro pasaje para mañana a la misma hora y en el mismo vuelo que el mío – comencé a pasearme por el pasillo.
- Otro pasaje – se quedo callado como asimilando la información – Esta bien. ¿Con quien vas?
- Con Tom – lo solté tan rápido, que de repente me dio la sensación de que el no alcanzo a escuchar.
- Te dije Ashley sobre tu amistad con el, no es buena para tu reputación – dijo algo mas despierto, al parecer le sorprendió que le dijera que iba a ir con Tom.
- Bob, no puedes controlar mi vida personal. Solo te llamaba para lo del pasaje, así que espero que seas habiloso y me lo consigas, por que mañana iré con Tom a las Maldivas – me altere un poco.
- Ok cariño, relájate. Te lo conseguiré ahora mismo. ¿Quieres que te confirme cuando lo tenga?
- Claro – dije obviándolo – Pero me mandas un mensaje mejor – dije eso, por que quizás en un rato mas no podría hablar bien por teléfono y ahí si Bob me regañaría.
- Un mensaje, listo.
- Gracias Bob – ni siquiera espere su respuesta, y corte.
Bloquee el Iphone y comencé a caminar por el pasillo hasta la sala principal, donde Tom estaba sentado en el sillón de manera muy relajada.
- ¿Acomodándote en tu cama de hoy? – le sonreí burlonamente.
- Mi sillón – abrió los brazos apoyándolos a lo largo del respaldo del sillón grande – ¿Con quien hablabas? – pregunto.
- Con Bob.
- ¿Le dijiste que iría contigo?
- Si. Ya le pedí que me reservara el pasaje para ti.
- ¿Te dijo algo al respecto?
- Esa es información que voy a omitir.
- O sea que si te dijo algo – puso un gesto de despreocupación – Bueno, me da lo mismo lo que diga ese viejo de mi.
- Bien Tom – lo ovacione – Esa es la actitud.
De repente mi mirada se fue a su vaso que estaba prácticamente lleno.
- Por que – apunte su vaso – si hace un rato estaba hasta la mitad – frunci el ceño, para luego mirar a Tom.
- No se – sonrió con culpabilidad. Y luego miro a donde estaba mi vaso, que estaba prácticamente vacio.
- ¡Tom! – le rete.
- Perdón, perdón, pero es que te demorabas tanto y yo tenia sed. Y mire a tu vaso y estaba ahí, tan solito y llenito – me miro poniendo una cara de niño, que había echo algo malo – Que te juro que no me pude resistir, entonces le dije “vasito ven a mi” y lo tome y eso es todo – sonrió burlonamente. Yo comencé a reírme. La imaginación de Tom era bastante amplia.
- Eres increíble – moví la cabeza hacia ambos lados. Luego tome el vaso que estaba vacio y me lo lleve a la cocina, donde me prepare otro trago. Luego volví a la sala y me senté en el sillón. Fue ahí donde nos pusimos a conversar de tonteras y cosas no relevantes. Las horas se pasaron prácticamente volando. Con Tom el tiempo siempre se pasaba volando. Y la verdad es que cuando la pasas bien y estas con una agradable compañia el tiempo realmente no importa. Pero esta vez era una excepción, por que mañana viajábamos y yo tenía una sesión de fotos para un comercial y tenia que estar presentable.
Cuando mire la hora por última vez eran las 2 de la madrugada.
- Creo que ya es hora de dormir – dije levantándome de la alfombra, que era donde había estado prácticamente toda la noche.
- Al menos no tomamos lo suficiente como para armar un show y ponernos a bailar como idiotas – dijo Tom.
- Habla por ti, lo que es yo, bailo estupendamente – lo mire con despecho – En cambio tu, ni idea a quien quieres imitar bailando de esa forma … - me estremecí de mentira.
- Jajaja a las mujeres le gusta bailar conmigo.
- Bueno eso no lo dudo. Las mujeres quieren hacer todo contigo – me burle. Tom sonrío plácidamente por el cumplido y luego se estiro – Te traeré algo para que duermas abrigado.
- ¿Y si dormimos los dos en tu cama? Es lo bastante grande para dos personas. Por que te juro amiga – se levanto del sillón – Este sillón es estupendo, muy rico para estar prácticamente sentado toda la noche, pero no puedo dormir en un espacio tan reducido. Tu sabes como duermo yo – se acerco a mi haciéndome un puchero.

sábado, 17 de marzo de 2012

My Best Friend


CAP. O2

Tom puso cara de estar pensando sobre la oportunidad de disfrutar unas minis vacaciones.
- Y ¿cuando te vas? – pregunto.
- Mañana – le sonreí, sabiendo que venia el reto.
- Y me vienes avisar ahora, que mañana te largas a otro país – dijo algo alterado.
- Se me había olvidado avisarte. Tenia pensado decírtelo antes, pero no se dio el momento – me excuse.
- Y si ahora no hubiera salido el tema ¿Me lo habrías dicho mañana cuando hubieras estado en el avión?
- No Tom, te lo habría dicho, quizás esta misma noche – Tom me quedo mirando con duda – ¿Y? ¿vienes conmigo, o no?
- Bueno, si tu dices que serán días de pequeñas vacaciones – frunció los labios – creo que debo acompañar a mi mejor amiga en un lugar desconocido para ella.
- ¿Eso, es un si? – pregunte ya emocionada, por que si había sido un si.
- Claro que es un si – dijo sonriendo. Yo le devolví la sonrisa.
. ¿Promesa? – le estire mi mano para que el me diera la suya y así sellar el trato.
- Promesa – me dio la mano.
- Ahh, será genial – dije con emoción.
Seguimos comiendo de nuestros respectivos platos. Tom no volvió a ofrecerme de su comida, aunque yo me quede mirándola un par de veces mas. Pero la verdad de las cosas es que para estar en este medio, de la moda, hay que tener ciertas restricciones. Buena alimentación, mucho ejercicio, tratamientos corporales y buenos productos. A pesar de que Tom es algo ajeno a esas cosas, entiende un poco del tema. Yo lo he culturizado al respecto. Una vez, se me ocurrió llevarlo conmigo al spa. Fue tan divertido. En el momento en que estábamos en la sala de masajes, después de haber salido de los vestuarios. Estábamos con batas cada uno. Yo me saque la mía y me acosté en la camilla boca abajo, para luego sacarme la parte de arriba del bikini. Luego, cuando ya estuve lista, mire a Tom. Jajaja, él ya se había sacado la bata. Y recuerdo haberme reído un buen rato, por que andaba con sus bóxer negros apretados y su amiguito estaba algo excitado. El me dijo que estaba algo sensible y luego los dos nos largamos a reir. Después al momento en que entraron las masajistas, Tom estuvo todo el rato haciéndole los puntos a la masajista que le había tocado a él. Y al parecer la chica estaba también usando sus tácticas de seducción. Al final Tom le pidió el numero de teléfono y esa misma noche salieron.
Bueno me desvié un poco del tema. Pero volviendo a la realidad….
- Tienes que darme los datos del vuelo – me dijo sacándome de mis recuerdos.
- De eso no te preocupes, hablare con Bob.
Bob era mi manager. El hombre responsable de mi carrera. Un hombre de suma confianza. Un poco de edad. Algo protector, como si fuera mi padre. Una vez me dijo que dejara de juntarme con Tom Kaulitz, que era algo peligroso para mi reputación, en muchos sentidos. Pero como pueden ver, me opuse a eso.
- Bob me odia, no querrá que vaya contigo a las Maldivas – dijo Tom.
- No te odia. Es solo que le preocupa mi carrera.
- Y me odia por ser tu amigo – confirmo, ignorando lo que le había mencionado anteriormente.
- ¿Y eso que? Eres MI amigo – dije recalcando aquella palabra – no de Bob.
- Pero ¿Haz visto en la manera que me mira cuando te acompaño a las sesiones en el estudio? – yo asentí con la cabeza y sonreí divertidamente, pero con cautela – Es incomodo, como si me quisiera matar con la mirada.
- Tom, por favor, te estas volviendo paranoico. Bob seria incapaz de matarte. Además su mirada es así, algo dura con desconfianza. Sobretodo cuando no conoce a las personas.
- Claro, lo dices despreocupadamente, como a ti no te mira de esa manera.
- Tom basta ¿A que quieres llegar con todo esto?
- A que seria bueno que buscaras otro manager. Alguien de confianza, que no te mire de la manera que lo hace el tal Bob – dijo de manera burlona el nombre de mi manager.
- ¿Como se supone que me mira Bob? – pregunto incrédula de las palabras de Tom.
- Como un viejo verde – dijo secamente. Yo me quede mirándolo realmente sorprendida.
- Tom ¡que te pasa! – fruncí el ceño – Parece que ver muchas películas porno te ha afectado la cabeza.
- Lo digo en serio Ash, yo conozco a los hombres como yo. Y se cuando estamos interesados carnalmente en una chica.
- Tom cállate – le grite. Realmente no sabia si reír o enojarme – ¿Te estas escuchando?
- Estoy muy claro en mis palabras Ash, pero bueno si no me quieres creer, allá tú. Yo solo quería que mi mejor amiga estuviera en mejores manos.
- ¿Mejores manos como cuales podría ser? Por que si me estas diciendo estas cosas, es por que tienes a alguien en mente. ¿O no?
- Precisamente estaba pensando en alguien de mi confianza – dijo poniéndome una cara de convencimiento que llegue a reírme.
- ¿De quien se trata?
- David Jost – fue entonces cuando me reí realmente con ganas, dejando a Tom con la expresión de haberlo ofendido.
- Tom, seamos realistas – sonreí – No necesito otro manager, y menos a Jost. Además si quieres protegerme ¿Por que me ofreces a alguien que es como tu?? ¿Realmente crees que estaría a salvo con un manager como Jost? ¡Tom aterriza!
- Bueno, esta bien, ya entendí. No quieres otro manager, y prefieres tener al baboso de Bob a tu lado – yo me reí, eso había sonado a verso – Jaja fue como un verso – dijo como leyendo mi mente.
La comida ya se había terminado de nuestros platos. Entonces Tom pidió la cuenta.
- Ahora me toca pagar a mí – y bueno así era. Casi siempre nos turnábamos para pagar las cenas. La última vez la había pagado yo, así que ahora le tocaba a Tom.
- Debería haber pedido algo mas caro para comer – dije en broma.
- Y si no lo hubiera podido pagar – puso cara de espanto – Me habría quedado lavando platos sucios.
Yo me reí. La verdad es que la pasaba tan bien con Tom. Hablaba tanta tontera junta. Realmente era la persona que podía levantarte el animo todos los días. Bueno excepto cuando el amanecía de malas pulgas, por que era un odioso de primera. Yo no lo pesco mucho cuando anda así, por que se le pasa al rato.
- No te rías mucho, por que tu también estarías adentro en la cocina conmigo lavando platos. Y es mas, te daría el privilegio de lavar las ollas grasientas.
- ¿Y arruinar estas perfectas uñas? – levante mis manos mostrándole mis uñas de manicura.
Tom sonrió resignado. Entonces llego el mesero con la cuenta. El chico se quedo a un lado de la mesa, esperando que Tom dejara el dinero. Cuando Tom lo hizo, el mesero recogió la bandejita y luego se retiro dejando la boleta.
Entonces Tom se levanto. Yo tome mi cartera y luego hice lo mismo.
Nos fuimos caminando hasta la salida de restaurant. Afuera en la calle corría una suave brisa, que me produjo escalofrió. Y Tom lo noto.
- Eso te pasa por salir con tan poca ropa – paso su brazo por mis hombros.
- Para la próxima saldré con un chaleco largo de mi abuelita.
- No te creo – dijo de manera exagerada.
De repente sentimos un flash que por lo menos a mi me dejo encandilada.
- Esos malditos otra vez – dijo despacio mientras apretaba los dientes.
- Déjalos – le dije sin importancia. Entonces volvimos a sentir otro flash.
- Pero sacan fotos, e inventan cosas. Apuesto a que mañana saldrá un titular donde diga que tenemos una relación amorosa.
- Y eso que importa, si tu y yo sabemos que no es así. ¿Con eso basta, no? – entonces me detuve y él se detuvo conmigo ya que todavía me llevaba abrazada – ¿O es que te preocupa que tus aun fans lo sepan? – lo mire divertida.
- Mi reputación aun sigue vigente, así que debería pensar en ellas y en las miles de relaciones relámpago que he tenido.
- ¿Pensar en ellas? – pregunte frunciendo el ceño.
- Si, imagínate, si piensan que tenemos una relación, ninguna querrá tener una noche descontrolada conmigo.
Entonces le pegue con la cartera en pleno estomago.
- ¡Oye! – me soltó – Si es verdad.
Yo seguí avanzando hacia el estacionamiento, donde estaba el coche de Tom. Ni siquiera se lo había pedido, pero sabia que el me iría a dejar a mi departamento.
Entonces Tom me alcanzo y me tomo de la mano.
- Pero como todo el mundo sabe que eres mi mejor amiga, no pasa nada.
Yo no le dije nada, por que tenia razón. Ya estaba mas que dicho y declarado a través de los medios que tenemos una amistad muy estrecha. Así que una foto mas, una foto menos, da lo mismo.

viernes, 16 de marzo de 2012

My Best Friend


CAP. O1

Llevo más de 10 minutos esperando que un maldito taxi vacio pare frente a mí y me lleve al sitio donde me tengo que juntar con Tom Kaulitz, mi mejor amigo.
Debería haberle hecho caso cuando insistió en venir a buscarme. Pero ahora ya era tarde para lamentarse.
De repente mi Iphone comenzó a sonar. Me demore un rato en encontrarlo en el interior de mi cartera. No sé porque tengo esa manía de guardar un montón de boletas y tonteras que me dificultan el proceso de encontrar algo importante.

- Tom – conteste al fin, sabiendo que era él quien me estaba llamando.
- ¿Donde estas? – mientras él me preguntaba eso, levante por enésima vez mi mano para hacer parar al taxi que se estaba aproximando. Para mi gran suerte este maldito taxi si se detuvo. Entonces rápidamente fui, abrí la puerta y me metí al interior del taxi, antes de que alguien me ganara.
- Muchas gracias – le dije al conductor – Estoy en el taxi – le respondí a Tom.
- ¿A dónde se dirige señorita? – me pregunto el hombre, que me miraba por el espejo retrovisor.
-
Al restaurant Roy’s por favor – le respondí al hombre, para luego hablar con Tom, quien estaba al otro lado de la línea.
- ¿Recién vienes? – su voz se notaba algo cansada – Debería haberte ido a buscar ignorando tu negación.
- Ya voy Tom, relájate – le dije en modo de sermón.
- Si no llegas en menos de diez minutos, daré aviso a la policía – sentencio.
- Jajaja – me reí – Eres realmente estúpido – le dije en broma.
- Nos vemos Ash – me dijo con su voz ahora si, totalmente relajada.
- Hasta un rato Tom – tras decir esas palabras, apreté en finalizar la llamada. Guarde mi Iphone en la cartera y me puse a contemplar el brillo de la ciudad de Los Ángeles.
Ahora si, me presento. Soy Ashley Greene, modelo y a veces actriz. Vivo en la ciudad de Los Ángeles, California. Actualmente
tengo 25 años y gracias a Dios con una carrera prometedora, que aun me da bastantes frutos. Como les contaba recién, mi mejor amigo es nada mas ni nada menos que Tom Kaulitz, el ex guitarrista del grupo Tokio Hotel. Fuerte, pero cierto. Tom y los chicos después de un par de años agotadores de giras y demases, decidieron tomarse un año sabático. Esto recién estaba comenzando, ya que hace poco tomaron esa decisión. Tom actualmente tiene 23 años.
Se preguntaran como lo conocí. Bueno se los contare.
Hace dos años atrás, cuando estábamos en la premiere de una de las películas que me lanzo al estrellato, conocí a Bill Kaulitz, quien estaba por esa semana en la ciudad con su hermano Tom. A Bill le gustaba eso de las películas de vampiros y no tengo idea como, pero fue invitado a la premiere. Fue después en el coctel cuando hablamos por primera vez. Estuvimos bastante rato hablando de gustos que compartíamos, sobre todo por la moda. Tom aquella vez ni siquiera me hablo, pero a mi me dio lo mismo. Al fin y al cabo no me interesaba para nada conocerlo. Con todo lo que había oído en diferentes programas sobre el, ya me quedaba bastante claro como era. No era que quisiera hacerme la cartucha, en realidad yo era como él en versión femenina, pero creo que cuando las personas son muy parecidas en personalidad, las cosas resultan muy mal. Pero con el pasar de los días, nos volvimos a topar en otro evento y fue ahí cuando Tom se presento formalmente. Toda la imagen que llevaba creada de él por información de terceros, se desvaneció al descubrir que Tom era un chico encantador. Que con él se podía pasar tan bien como con cualquier chico divertido. Y no se como, comenzamos a formar una amistad que hasta el día de hoy perdura. Nos llevamos bastante bien y tenemos una confianza exquisita. Nos contamos de todo, aunque detalles de momentos íntimos con alguna conquista no, pero a veces salen cosas divertidas de eso.
Hace un tiempo atrás Tom y Bill se compraron un departamento en Los Ángeles. Por lo que Tom me dijo aquella vez, a él y a su hermano le encanto la ciudad y pretendían pasar mas seguido por este lugar. Y así fue durante todo este tiempo. Tom venia muy seguido a Estados Unidos. Y bueno yo a veces iba a Alemania, pero todo dependía con el tiempo que disponíamos ambos, ya que nuestras carreras nos hacían tener una vida ajetreada, pero nunca tanto como para abandonar a una amistad.
En la actualidad, Tom llego hace un par de semanas a Los Ángeles con la intención de quedarse aquí. Yo me puse muy feliz por esa decisión. Así tendría mas cerca a mi mejor amigo.
Volviendo a la realidad. El taxi se detuvo en frente del restaurant que le había indicado. Me baje con cuidado de no alborotar mi vestido, y así no mostrar más de lo debido. Al momento de cerrar la puerta del taxi, mira hacia los estacionamientos, encontrando el Audi de Tom. Pensé en él esperándome en el interior del restaurant algo desesperado, fumándose algo así como el quinto cigarro.
Y para no hacerlo esperar más, comencé a caminar hacia el interior del restaurant.
- Ya se donde esta Tom – le dije al chico que siempre nos atendía y que estaba parado en la entrada, como esperándome para guiarme a la mesa donde siempre Tom se sentaba. Era su sitio preferido. Tenía buena vista, estaba algo alejado de los enormes ventanales que daban a la calle y la privacidad era el principal atractivo del sitio donde se ubicaba aquella mesa.
Cuando la cercanía me estaba permitiendo ver a Tom, me reí internamente al descubrir que se estaba fumando un cigarro, mientras movía nerviosamente su mano sobre la mesa. Era exactamente como me lo había imaginado que estaría.
Cuando estuve a su lado, me miro.
- Por fin – dijo mientras se levantaba del asiento, dejando el cigarro a medio fumar, sobre el cenicero, que llevaba al menos 3 o 4 cigarros ya consumidos en su totalidad – Siempre me haces lo mismo – dijo mientras me abrazaba y luego me daba un beso en la mejilla.
- Y tu siempre eres tan impaciente – le dije mientras le daba un beso en la mejilla yo.
- Prometo que para la próxima vez iré por ti si o si – dijo mientras se sentaba. Yo hice lo mismo, luego deje mi cartera a un lado, colgada en la silla.
- ¿Y.. ya pediste? – le pregunte, ignorando lo ultimo que había dicho.
- Si, ya pedí tu agua y tu ensalada mediterránea – me conocía bastante bien, y sabia mis gustos como ningún otro.
- Gracias – le sonreí amigablemente – ¿Y Bill? – se me ocurrió preguntar.
- ¿Que pasa con el? – me devolvió la pregunta.
- ¿Como esta? Hace tiempo que no lo veo.
- Esta bien. Un poco desorientado. Las rupturas amorosas no son para el. Así que se ira a Alemania mañana mismo. Quiere ahogar sus penas y estar con mamá.
- Sabía que esa relación no duraría mucho.
- Yo también, pero haz entender a mi hermano.
- ¿Y tu? Como estuvo tu ultima conquista pelirroja?? – Tom se rio.
- Estuvo bien – dijo convencido – Muy fogosa, pero estuvo bien.
- Perdóname que te diga esto, pero la encontré demasiado…. Mm no se, puta.
- Si, yo también – nos quedamos mirando y nos pusimos a reír.
Fuimos interrumpidos cuando el mesero llego con la comida. Todo se veía realmente exquisito. Tom como siempre había pedido un plato enorme de espagueti con esa salsa tan rica que servían en ese lugar. Por un momento me quede pegada mirando su plato.
- Prueba – me invito a probar su plato.
- No – dije a la defensiva – Tengo que mantener el peso. Ni un kilo mas, ni un kilo menos.
- ¿Donde es la sesión? – pregunto inmediatamente sabiendo la razón por la cual me cuidaba tan estrictamente.
- En un lugar hermoso – comencé a contarle a Tom sobre la sesión de fotos que se llevaría a cabo en un par de días más – No tengo muy claro el lugar especifico de la sesión, pero se que es en la isla Maldivas.
- Islas Maldivas, un hermoso lugar.
- Tu has estado allá – dije de repente acordándome que Tom conocía ese lugar como la palma de su mano.
- Mi lugar favorito para vacacionar.
- Eso es!! – se me ocurrió una grandiosa idea.
- ¿Que cosa? – frunció el ceño.
- Ven conmigo a las Maldivas.
- ¿Como voy a ir? – se cuestiono – Si tu vas a trabajar. Yo seria un completo estorbo.
- No tonto. Voy por cinco días y la sesión de fotos dura al menos uno o dos días, no mas. El resto del tiempo es para mi propia diversión. Vamos di que si, anda. Tendremos un bungalow en el resort, para los dos solos. La pasaremos increíble – comencé a emocionarme al imaginarme en ese precioso lugar con mi mejor amigo relajándonos a mas no poder.

jueves, 15 de marzo de 2012

Hola soy Karo.
No te tenía donde seguir publicando la fic, por que fotolog realmente es un asco. Tampoco entiendo mucho de esto, pero bueno, hare el intento.
Comenzare a publicar la fic My Best Friend desde el principio, para no dejarla cortada. Las espero :)

Comenzamos...